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Carta a Carla

12/04/2012
Querida Carla.

Tu llegada ha sido una verdadera sorpresa para todos. Para mí, personalmente, ha sido algo increíble. Recibí una llamada a la hora de cenar avisándome de que ya estabas cerca... Tenía en pausa la película de "Posdata: te quiero" mientras recibía la noticia.

Efectivamente, llevamos muchos meses esperándote y aunque aún tú no nos conozcas, pronto te darás cuenta de que somos buena gente... o al menos cada día intentamos serlo... algo que ya es un verdadero logro en el mundo en el que vivimos. 

Al principio cuesta mucho trabajo aprender ciertas cosas... Las que antes se aprenden son porque resultan vitales... son puro instinto; pero las que nacen del corazón son un verdadero regalo divino que Dios permite que podamos trasladar de generación en generación... como ahora haremos contigo. La sabiduría, el amor, la prudencia y la paciencia son las virtudes que todos intentaremos integrarte... son dones universales que se diferencian tan solo en el tipo de persona que te los pretende inculcar... Por eso te doy un consejo de alguien al que siempre he querido y que hace unos años inició un viaje sin regreso... una persona que seguro hoy te está dando las alas y las fuerzas suficientes para que inicies esta aventura en la que te vas a embarcar... "Mira bien con quien te juntas". Sí, es cierto. El consejo en sí no es una belleza literaria. Lo comparto contigo. Pero es una de las cosas más simples y necesarias que hay en la vida. Parece obvio, pero a veces lo más fácil a la vista es lo más complejo al corazón. 

Mañana, a primera hora, cogeré un tren desde Madrid para conocerte. Es raro pensar que vas a encontrarte con alguien a quien nunca has visto pero que esperas desde hace tanto tiempo. Seguramente no seré el primero al que veas cuando llegues... de hecho, puede que no veas nada, pues todo estará borroso y confuso. Es de entender que es duro ese viaje que inicias, pues aunque es corto, es intenso y vital... en todo el sentido de la palabra. Igualmente, siento decirte que nada más llegar, llorarás. Pero bueno, nunca recordarás haberlo hecho... esa es una de las particularidades que tiene este mundo, que la mayoría de las cosas que hacemos son efímeras y quedan sumidas en el olvido. Pero si hay algo que nunca voy a dejar sumergido en esas oscuras y espesas aguas que condenan al recuerdo, es el día de tu llegada... porque cada año, lo celebraremos por todo lo alto con una gran fiesta... Convertiremos ese día en tu día. Porque, sin lugar a dudas, tu llegada es uno de los regalos más especiales de nuestra vida.

Querida Carla, has sido y eres deseada, esperada, amada, bendecida y pronto recibida. Aprende todo cuanto puedas poner en práctica de tus padres, abuelos y de tus titos, porque buscaremos siempre lo bueno para ti.

Bienvenida a este mundo... Bienvenida a nuestras vidas.

Tu tito,

Emilio.
Posdata: te quiero.





4 comentarios:

  1. Enhorabuena Emilioooo!!!!! otra sobri más!!!

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    1. Emilio soy Esther! que bonita la carta! enorabuena!

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  2. hola guapisimo!!!acabo de leer la carta y me emocionado al leerla gracias x esa palabras q le das a mi niña y gracias x aver estado alli con nosotras fue tan largo el prato q tedio tiempo a llegra parece q estaba esperandote a q llegaras y para mi fue una alegria muy grande verte alli cuando salimos juntas tequiero muxo y esperamos q vengas pronto a difruta de tu sobrinilla muxo beso cariño

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  3. Muchas gracias hermana.

    Tus palabras son muy significativas para mí.

    Te aguarda un futuro prometedor donde Carla tendrá que aprender de vosotros, sus padres, todos los valores y enseñanzas posibles... Pero lo más bonito de esta experiencia que estáis viviendo es que, a la vez, tanto tú como Alberto aprenderéis cada día de ella... Y en el largo trance de este proceso, abuelos, bisabuelos, titos, primos... todos estaremos presentes dando nuestro apoyo, cariño y amor.

    Un hijo siempre es la mayor de las bendiciones.

    Os quiero.

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