0

Todo lo que no he dicho...

... sobre la hora que nunca existió ...




Cercana la fecha del cambio de hora, muchos me han preguntado... ¿De dónde viene esta "tradición"? La respuesta tiene su gran curiosidad. Fue un hombre conocido, Benjamin Franklin (en la época en la que era embajador de EE.UU en Francia), y una época dura, 1784, sin lugar a dudas, un siglo de descubrimientos. ¿La razón? Muchos la conocen: el ahorro energético. Lo que pocos saben es que, al principio nadie tomo al embajador en serio. Franklin mandó una carta al diario Le Jourunal de París proponiendo exactamente tres medidas:

- Imponer un gravamen a las personas cuyas contraventanas impidiesen la entrada de luz en sus habitaciones
- Regular el consumo de cera y velas (recordemos que la luz eléctrica aún no existía)
- Hacer replicar las campanas de la iglesia al amanecer para que todo el mundo se levantase a la misma hora (anda, esta medida sí que se aprobó...).

El caso es que al principio, nadie le hizo caso... pero el tiempo le acabó dando la razón, y dada la peligrosidad de los primeros experimentos de iluminación con gas, muchos se plantearon seriamente las medidas del embajador, las cuales evolucionaron hasta llegar a la idea del cambio de hora casi dos siglos después, en 1974.

Ahora bien... en este último cambio de hora, el que corresponde a Otoño, se ha retrasado todos nuestros relojes y hemos vivido la misma hora (en este caso, las dos de la mañana), dos veces... Yo creo que es una hora bastante mágica... Vivir una hora pasada el doble de veces te hace pensar... ¿en qué? Simplemente en que casi sin querer se ofrece la oportunidad de volver al pasado... obviamente, no puedes cambiar nada, pero si aprovechar esa hora antes de que se vuelva a repetir... es lo conocido como "la hora que nunca existió". Es decir, de 2:00 a 3:00 a.m es el momento de hacer locuras y cosas impensables, porque 60 minutos después, volverán a ser las dos de la madrugada... en teoría esa hora no habrá existido... en la práctica, la vivirás dos veces... Da que pensar...

... Halloween: truco o trato de importación ...


Para muchos, es la hora de las brujas... para otros, una americanada más. Hay una cosa que está clara: Halloween no es una fiesta española. Las críticas llegan justo en este punto... ¿Debe esta fiesta integrarse en nuestro folclore? Mi opinión es clara... ¿Por qué no? El otro día escuche una señora en el Telediario opinando sobre esto y decía: "¡Es que nos van a acabar quitando las Navidades!" ... Y sé que parecerá absurdo, pero no es la primera persona a la que escucho dar esta razón. Creo que a la hora de opinar sobre esta festividad hay que tener cierto criterio. En primer lugar esto no afecta en absoluto a la Navidad. Creo que, de hecho, aparece en un momento bastante bueno en el calendario. La mezcla entre como vemos los españoles la fiesta de todos los santos con el disfrazarse y pedir caramelos y chocolatinas de puerta en puerta creo que es algo bastante interesante... la adaptación daría lugar a una riqueza de matices que ni la tradición americana tiene; no obstante, y aunque cada año se intensifica más, creo que aún tiene que pasar bastante tiempo para que, al pasear por nuestras calles un 31 de Octubre, veamos calabazas con velas en las puertas de nuestras casas.

Ahora bien, he de sonsacar un punto negativo. La fiesta de Halloween es un día concreto (o a lo sumo dos). Lo que no me parece correcto es estirarla dos fines de semana como se ha hecho este año. Ayer mismo iba por la calle y veía carteles de fiestas de disfraces en motivo de esta celebración con fecha para el día 5 ¿Estiramos todo lo que podemos Halloween llegando a celebrarlo el fin de semana de antes y el de después? Eso me parece ya desquiciante. Bajo mi punto de vista, creo que deberíamos ser más "puntuales" en los festejos, ya sean propios o importados.

Aprovecho este post para argumentar que, si de traer fiestas tradicionales y de carácter lúdico o familiar se trata, celebremos también Acción de Gracias. Como leí el otro día en un post de un blog amigo, creo que es una celebración que bien falta hace en la sociedad actual.

... Apagón telefónico ...


Este domingo concluye por fin la experiencia sin móvil. Tras mi descuido y olvido en mi piso de Madrid, muchos son los mensajes que me han llegado de preocupación por parte de aquellos que aún no se habían enterado de lo ocurrido. Una semana desconectado me ha hecho memorizar algunos números de teléfono, fallar a algunas citas y ocupar constantemente los móviles de aquellos que me rodeaban... Sobre todo me he dado cuenta que me es básico como despertador y reloj... Vivir sin teléfono se hace algo difícil en los días que corren y nos hace olvidar como era hace una o dos décadas cuando aún no existían o no tenían las prestaciones que actualmente tienen.

En fin, una experiencia más a la que el destino, casi sin querer, me ha empujado y que comparto brevemente con vosotros... El Apagón, por fin, finalizará en la noche de mañana.

0 comentarios: