0

Siente latir tu corazón


"Siempre he pensando que las experiencias forman una parte esencial del individuo. Buscarlas y, por suerte o designio, encontrarlas, supone arraigar en nosotros una vivencia que marcaremos como un hecho cuasi vital en nuestra vida”. Esto es lo que, una tarde sin apenas más importancia de la normal, le planteaba a un amigo ¿Cuánto costaba conseguir un sueño? Para mí, apenas unas semanas de espera cuando quise darme cuenta del paso que había dado: mi avión acababa de aterrizar. Pisaba tierras germanas, más propiamente Düsseldorf, la ciudad que este año acogía el apelado “Festival de la Canción”: Eurovisión.
Sí, lo reconozco, Eurovisión en España ¿a quién interesa? Más de uno me preguntaba estando allí si ya había pasado el festival o a qué hora lo emitían… Y es cierto, puede que haya decaído su éxito (a pesar de seguir alcanzando un máximo de audiencia en ´prime time´ en TVE) pero, viviéndolo desde sus entrañas puedo decir que es realmente impresionante lo seguido que es en Europa y lo apoyados y respaldados que va cada uno de los países candidatos. Creo que sería conveniente replantear el espíritu musical de nuestro país, pues en la crisis en la que estamos inmersos, ganar un festival de estas magnitudes supondría celebrar en España el próximo Eurovisión, lo cual vendría bien para multiplicar tanto el turismo interior como los puestos de trabajo. ¿Acaso no merece sólo esa idea el apoyo incondicional del pueblo español al representante del país? Y ojo, no me refiero a la candidata de este año, hablo en general. Creo que es una idea que deberíamos replantearnos, por lo menos, para la siguiente edición.
El caso es que, si he de ser sincero, el festival como tal siempre lo he disfrutado desde casa criticando los países que me parecían ridículos, alabando aquellos que se engrandecían en un condecorado escenario y apostando para calcular un improvisado “Top 10”. Básicamente, es lo mismo que he hecho este año, pero desde el ´Press Center´ y con la diferencia de que la acreditación que colgaba de mi cuello me recordaba que ser periodista también suponía trabajar disfrutando, vivir y experimentar... o, tal y como decía el lema del festival este año: “Dejar latir tu corazón”. Y eso es lo que hice.
Me preparé para intentar informar a tiempo real utilizando mi blog (www.lagacetadeljuglar.blogspot.com) como soporte interactivo. Sin duda, la suerte nos acompañó en cada instante. Teníamos acceso a los ensayos previos a las galas. El inconveniente es que ser prensa no garantizaba el acceso a los shows, algo decepcionante; sin embargo, una vez más, el destino nos sonrió y ¡Nos regalaron las entradas! (ojo, valoradas en más de 100 euros). Gracias a ello pudimos acceder y descubrir el impacto de la puesta en escena, la euforia de sus forofos y captar e interiorizar los acordes, ritmos y distintas escenografías. ¿Y qué decir? Simplemente que hay cosas que son difíciles de expresar con palabras. Hay que vivirlas. Y por suerte, y eternamente agradecido, yo he podido hacerlo ¿Quién me diría a mí que algún día sería capaz de esto? Parece surreal pensarlo, pero pasó… Por eso, sin más, me quedó con el desafortunado estribillo de la candidata española para deciros, que ahora, ya me pueden quitar lo ´bailao´. Mil gracias por vuestro apoyo.

2 comentarios: