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Lo que decía la lluvia mientras traficaba con sueños...


La luz de una vela ilumina la estancia donde ahora me encuentro. La lluvia atenúa el ambiente con el sonido que produce al golpear contra el suelo... se hace presente... Entre las notas y acordes de una canción que de fondo me envuelve como el telón en una obra de teatro, la escucho caer y mojar las calles... intento descubrir el mensaje que encierra... No logro ser intérprete de su lenguaje... pero igualmente, no puedo dejar de escucharlo... algo me atrapa...

Y es que sé que algo tengo que contar con estas palabras... sé que a algún punto tengo que llegar... ¿a cuál? No lo sé... divago... pienso... siento... sólo tengo en mente una cosa... traficar con ello... moverlo de arriba a abajo, no dejarlo quieto, pues pueden marchitarse... al fin y al cabo, los sueños, sueños son... ¡Eso es! Soy un traficante de sueños... Me permito el lujo de llevarlos, repartirlos y compartirlos con aquellos que disfrutan con su felicidad... Puede ser en parte egoísta, pero disfruto del placer de ser espectador de la vida... Es la sabiduría más completa del ser humano... Saber detener tu propia función, en la que tú eres el absoluto protagonista, para ver cómo actúan los demás y, de forma espontánea, contribuir con un fuerte aplauso, congratulaciones e incluso, con alguna que otra ovación sin caer en la tentadora y solemne negativa crítica.

Paseando por este escenario y ante un viento algo frío que ahora desplaza lateralmente la lluvia, mi vela parece temer ser consumida... lucha contra la oscuridad como queriendo ser libre... pero está encerrada... su destino es tan banal como el nuestro... no sabe que en cualquier momento puede ser apagada, como cualquier de nosotros... Vivirá y brillará mientras luzca y de ella solo se recordará la luz que nos aportó... Creo que no existe mejor metáfora del ser humano...

Recuerdo y corazón son las capacidades más importantes del hombre... poder almacenar lo ocurrido y registrarlo con sentimientos... es una lucha constante por mantener vivo lo que un día dejó de brillar o hacer que brille lo que un día murió... ambas cosas son posibles... ambas, igual de permisibles... a veces, ambas escondidas en lo más profundo de nosotros por miedo a dejarlas ver, a mostrarlas y parecer vulnerables... frágiles... eso a no se lleva... Ahora hay que ser fuertes e inquebrantables, sin perder la compostura, claro... ¡Qué ironía!... Nos dejamos consumir por el miedo, que es la oscuridad que nos amenaza, sin rescatar nuestra alma sumisa de la frialdad... sin lograr alcanzar la paz...

Puede que es que hayamos perdido el guión de nuestra obra... Quizás es que nunca lo tuvimos... Es tan importante detenerse y reflexionar... aunque solo sea para escuchar la lluvia y entender el mensaje que encierra su constante goteo que no es otro que pensar que en cualquier momento podemos crear un sentimiento que invite a la ilusión y al sueño, devolviéndonos a la vida... invitándonos a soñar... perdóname por insistir, pero es lo que soy, un simple y humilde traficante de sueños... Y vuelvo a pedirte disculpas porque, sin querer me he dado cuenta de que, por haber leído esto, ya no podrás decir que nunca has sido invitado a soñar... que nadie te lo ha ofrecido...

No hay nada más hermoso que encontrar la esencia de nuestro ser en nosotros mismos... ¿Eres tan valiente como para echar a volar y soñar? No tienes más que cerrar los ojos y oir la lluvia caer...

3 comentarios:

  1. Gracias por la invitación, ¡acepto soñar!

    Me ha gustado mucho!!

    Felicidades por esas 1000 visitas :)

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  2. Muchisimas gracias!!!

    Es un orgullo para mi que los mensajes que escribo lleguen a la gente.

    Cuidate!!

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