Otra más de Crepúsculo

La saga bélica entre vampiros y hombres lobo por el amor de una humana continúa. Esta vez llega bajo el título de “Amanecer parte I”, lo que a ojos de los espectadores significa estirar un final en dos partes con la única intención de encontrar el gran efecto del doble taquillazo.

Está claro que hay historias que dentro del universo de la literatura deberían ser cortadas a tiempo antes de cansar o no cumplir las expectativas de un esperado final. Esto es justamente lo que le pasa a la obra de Stephenie Meyer, que sin comerlo ni beberlo pensó que una trilogía no era suficiente para acabar su gran obra… porque ¡ojo! Dicho sea que la idea es original y se ha consensuado como una historia sin precedentes. Sin embargo, es ese “no saber cortar a tiempo” el que ahora ha llegado a la gran pantalla (además de forma esperada por el público) y se ha transformado en la expresión de la desilusión de muchos de sus espectadores. ¿La razón?...

Quizás ande entre la lentitud del film, que parecía que en ningún momento iba a desembocar en nada, su argumento, que de forma predecible se movía en un juego que no se desmarca de ser una película para adolescentes que bien podría ser parodiada (porque da razones suficientes por escenas) y, finalmente, por esa desagradable sensación al salir del cine que encajaría perfectamente en el interrogante mouriñano de ´¿Por qué?´

Por su lado, y como cabía de esperar, las actuaciones de sus protagonistas no van más allá de lo esperado. Los fans de la saga le siguen más a él que a ella; está claro que un Eduard Cullen no atractivo no hubiera conquistado a tantas chicas dispuestas a hacer kilométricas colas e incluso acampadas bajo la eterna mirada vampírica de las fotos del propio Pattinson. No es el caso de Kristen Stwart, bastante criticada por el público en cada saga por, digámoslo de una forma fina, “no dar la talla con el papel”. Lo que sí está claro es que el trío amoroso, tras varios años de seguimiento, cansa, y lo peor de todo: la forma de resolverlo no sólo es subreal sino también algo patética.

Por el contrario y como punto positivo a favor de la cinta, han predominado unos excelentes efectos gráficos. Buena puesta en escena y fotografía con una no destacable banda sonora y situaciones propensas a ser dignas de alguna carcajada hacen de ésta un fraude cinematográfico, es decir, una película esperada, que ha conseguido una gran recaudación en su primer fin de semana, pero que no cumple las expectativas de la mayoría de su público. El consuelo queda en que si vas a verla habiéndote leído los libros ya contarás con el “factor fiasco”, el cual se verá intensificado bajo los cambios de adaptación hechos por la producción.

Quizás, y puede que este sea mi caso, el fenómeno Crespúsculo debe ser entendido desde otra perspectiva, sin embargo, ´Amanecer I´ ha dejado mucho que desear. Con su estreno, la gran duda se cierne sobre la sombra de ´Amanecer II´ bajo la cuestión de cómo será esa parte si han cerrado el film a cuatro páginas, como quien dice, de terminar el libro. Creo que la siguiente película va a causar un punto de inflexión decepcionante entre su público, pues si ésta ha llegado con mal pie y lenta, la siguiente dará la intención de ver cómo se lo curra el equipo de producción y sus guionistas para rellenar dos horas más lo que se podría haber dejado cerrado ya de una vez. Sin lugar a dudas, puede que este sea el mayor logro de la próxima cinta.