Entra en "El Agujero" de Madrid

“La vida no tiene ni pies ni cabeza pero, ¿Quién los necesita para vivir?”. Esto es básicamente lo que viene a decir ´The Hole´, excelente obra que no podría tener una traducción más perfecta que “El Agujero”.

Haciendo apología de un Circo de Extraños donde poco se deja a la imaginación, la sensualidad de las miradas de los actores se conjugan con excelentes acrobacias a ritmo de música con voces en directo. Simulando el vestíbulo de una casa con un sugerente decorado, bien podría sentirse el espectador como un voyeur que observa, con cierto morbo, por el ojo de la mirilla o, sin más, el público de un cabaret con un carácter marcadamente burlesco donde la interactuación es algo vital. Juegos de movimientos artísticos en el suelo y las alturas, desequilibrios de un protagonista excéntrico y bipolar que vive una historia de amor con María del Mar, su rata, y ser testigo de la locura ajena mientras a golpe de risas recuerdas la tuya propia, es lo que viene ser este ´show´: una provocación al placer sensorial con elegancia a ritmo de zapato de tacón y plataforma.

“El Agujero” no es otra cosa que ese lugar en nosotros mismos donde se encierra las pasiones más ocultas y que nos atemoriza dejar ver… algo que parece no preocupar a los actores de esta obra que, dentro de lo que muchos podrían categorizar de obsceno, dan una lección de humildad haciendo entrever que la vida, al igual que el mayor desfase de una fiesta, tiene sus momentos altos y bajos, y todos hay que vivirlos. La única forma de salir de ese agujero, es entrar en él.

El Teatro Häagen Dazs Calderon acoge así una de las obras que más taquilla tendrá de toda la temporada. Sin lugar a dudas, una revolucionara propuesta de Paco León que trae como actores de ceremonias al mismo coautor de la obra, Eduardo Casanova y Alex O´Dogherty en distintas temporadas de la misma.

Descarado y provocativo, sexy y escandaloso y un tanto desbocado, ´The Hole´ trae algo más que experiencias descomunales en un teatro: una reflexión final que creará en el espectador una sensación de euforia y adrenalina, señal de estar dentro de ´El Agujero´.