El mágico circo de los extraños.

Era un mago que había perdido sus poderes. Era un hombre en busca del verdadero amor. Era un ser sumergido en un mundo lleno de misterio, caos y surrealismo. Su nombre es Zark. Su reino, una apología mezclada entre lo maravilloso y lo imposible: Zarkana.

No es un circo como otro cualquiera. Tampoco un espectáculo para niños. Desde Nueva York y con vistas a Rusia, el Circo del Sol hace una parada en nuestro país para provocar risas, nervios e inquietud.

Con una espectacular y más que sorprendente puesta en escena, y bajo las voces y música en directo de sus protagonistas e instrumentistas, acróbatas, equilibristas, malabaristas, funambulistas, bailarinas, payasos y demás conjugan sus fuerzas para dar tributo al verdadero espíritu circense con personajes inspirados en los espectáculos más insólitos. Así se presenta Zarkana, un mundo que linda entre las locuras de un mago que, a modo de científico, experimenta con sus personajes para encontrar la magia de nuevo, y una odisea operística, salvaje y maravillosa sin fronteras estéticas donde el verdadero protagonista es, sin duda, el escenario que constantemente cambia para sorprender al público.

Con encanto, sensualidad, valor y astucia, no es una sino varias las historias que se despliegan ante nuestros ojos y que nos dan una continuidad que hace que, a pesar de no estar en castellano, entendamos perfectamente, y mediante el lenguaje universal de las sensaciones humanas, un argumento que se mueve tanto como los integrantes del show.

Una guerra de aplausos que se eleva constantemente como olas que intentan acariciar la orilla del escenario da vida a una de las representaciones más famosas de la producción francesa. Sin lugar a dudas, un show esperado cada temporada, con una fama más que reconocida y merecida que juega con un vestuario de época, melódicos ritmos y, sobretodo, especialistas del riesgo que a modo de giros inesperados, velocidad, fuerza, flexibilidad y habilidades físicas excelentes y extraordinarias, logran abrir los ojos y las bocas de todo el mundo, atrayendo a la sorpresa, la expectación y el gran interés.

Con grandes resultados, Zarkana logra cumplir las expectativas que promete. Sin embargo, hay que destacar como punto negativo el pobre y caro merchandaising con el que cuenta, que entre otras cosas, no permite la compra del CD original hasta Enero, fecha en que el espectáculo dirá adiós a nuestro país. ¿La razón? Aún no se conoce, pero es menester dar importancia a esto dado que la gran mayoría de los show del Circo del Sol otorgan la oportunidad de adquirir ah hoc el disco con las canciones originales. En contrapartida, la producción ofrece una recopilación especial de los 25 años del circo, un cuarto de siglo de espectáculos recogidos y sintetizados musicalmente y que, dicho sea, no tiene desperdicio. 

A fin de cuentas, Zarkana se corona como un destacable circo que nada tiene que ver con los de nuestra infancia… De hecho es más que superable en musicalidad, escenografía y argumentación. Un circo para adultos que nada tiene que envidiar a los antiguos payasos de la tele.