Mil historias y una familia: los Walker.

"Brothers and Sisters" es su título original, pero la traducción al español se quedó en "Cinco Hermanos". Sin lugar a dudas, una serie digna de ver, disfrutar y analizar.

Cierto es que la familia es un complemento importante y vital en la vida del individuo. De ellos se depende mucho y a ellos se les debe la vida, en sentido literal incluso. Fuera de bromas, la convivencia familiar a veces no es fácil. Las vidas de unos y otros integrantes del núcleo afectan a todos y cada uno de los miembros de una casa, haciendo de sus historias, la tuya propia.

Es justo de esto sobre lo que trata esta serie. Un drama familiar en toda regla llena de todo tipo de momentos, en su mayoría decisiones duras a las que hoy en día, cualquier familia podría enfrentarse: muertes, enfermedades o simplemente los problemas del día a día es lo que hace de los Walkers una serie ejemplar. Con mezcla de tonos políticos entre conservadores republicanos y demócratas, y partiendo de la Guerra de Irak y los atentados del 11 - S, cada miembro de esta familia demuestra que la unión, el amor y el apoyo es una lección constante, con dedicación propia y, sobre todo, importante.

¿Los ingredientes? Agudos diálogos, una copa de vino y un toque de sarcasmo. Es el decir sin explicar, un leer entre líneas constante y eventual, sorprendente e intrigante.

"Cinco Hermanos" no solo cuenta con un reparto excepcional, sino que además logra hacer un retrato familiar de todo aquel que, al ver la serie, se siente obligadamente identificado en cada uno de sus personajes, reviviendo la magia de sentir lo que ellos sienten y pensar como un verdadero Walker.

Tras ver el final de la serie, hoy he decido ver el capítulo piloto de la misma. Me he dado cuenta en todo lo que cambian la vida de unos y otros personajes y las vueltas que dan las cosas, y he comprendido que igualmente nos pasa a cada uno de nosotros. Si nuestra vida fuere una serie (una teoría que ya argumentaré en otro post) y echásemos la vista atrás a temporadas anteriores, nos daríamos cuenta de la evolución que hemos vivido, sufrido o simplemente experimentado. Seguro que de ser posible esta visualización, compraríamos sin dudar las siguientes temporadas sólo con el fin de saber qué más nos podrá pasar. Pues así es exactamente cómo se llega a vivir esta serie.

Ver las tramas, gracias y desgracias de esta familia hace sentir al espectador como un miembro más que forma parte de ellos. La enseñanza diaria de valores y principios es el pigmento básico y esencial de este drama que no solo embauca, sino que engancha y atrapa haciendo del individuo un constante protagonista que traslada las vivencias diarias de la ficción a su vida corriente, pues al fin y al cabo, la familia es un tesoro que hay que cuidar, algo que viendo Cinco Hermanos se aprende bastante bien.

Una serie muy práctica para los tiempos que nos acontecen.