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Corazón en penumbra


Pensó en él nada más abrir los ojos. Era de madrugada. El frío del alba acariciaba su cuerpo y traía el preludio del día: en pocas horas, su sueño sería una realidad. Entornó la mirada y guardó la imagen de su amado en el recuerdo, pensando en cómo sería todo cuando el gallo dictaminase el comienzo de la jornada.

Cernida en la aún envolvente oscuridad, escuchaba a lo lejos como el viento hacía golpear las maderas de las ventanas. Parecía que el día no sería perfecto... pero ¿qué importaba la utopía si valía más un minuto imperfecto que una vida sin su compañía? Se envolvió en su oscura y entrelazada melena con olor a jazmín y cayó en los brazos de Morfeo, que parecía prometer robar el tiempo a Cronos para dárselo a ella y que, de esa forma, fuere de día antes si así terminaba dormida.

Él, sin poder conciliar el sueño, enfocaba su mirada en el firmamento que poco a poco se iba difuminando en la penumbra celestial, como si de una mezcla de colores ilusorios se tratase. Pensó que el centelleo de las estrellas nunca dejaba de brillar pero, por respeto, cedían su lugar al astro rey para que, cuán majestad, coronara la creación divina. Así él dejaría que su corazón fuese tomado por su amada, a la cual aguardaba de forma desesperada, esperando pues que llegara el día.

Nunca antes la luz había hecho esperar a la oscuridad tanto tiempo como ese día. Parecía eterna la espera, infinito el tiempo y lejano el momento del encuentro. Ambos conocían el lugar y no necesitaban más que el uno del otro para compartir sus miradas, unir sus manos y hablar sin mover los labios, solo con un gesto, un leve movimiento para saber qué piensan, qué siente el corazón ajeno que, desbordado, abriría las compuertas del alma para dejar salir los sentimientos. Un torrente de pasión sin medida que no avisaría, mas aguardaría audaz el momento: leal al sentir, fiel al recuerdo.

Cernieron los leves rayos del sol sobre su rostro y, cual susurro divino al oído de una Diosa, despertó y exclamo deseosa que la vida le regalaba lo que tanto había anhelado. No esperó más. Caminó advirtiendo los riesgos a los que se enfrentaba... le daba igual. Caminó pues, y prosiguió sin mirar atrás.

Desiertas estaban las calles. Se dirigió hacia la fuente de piedra en cuyo epicentro se encontraba la escultura de un ángel llevándose a un mortal... No era más que lo celeste contra la humano... la vida contra la muerte...

Se sentó y esperó. El frío amenazó la espera, más ella no desistió. Expectante a cualquier cambió, su mirada no se alejaba de las bocacalles que se abrían paso.

Esperó y esperó, más él no apareció...

La oscuridad volvió a cernirse, los leves rayos de luz parecían huir asustados y despavoridos, dejándose tragar por una sombra que ahora amenazaba el lugar... Ella, por su parte, solo pudo advertir un escalofrío... un leve temblor y nada más....

CONTINUARÁ.

¿Quieres conocer qué va a pasar?
A la llegada de las 2000 visitas podrás saber si finalmente llegarán a encontrarse o no...

Y si quieres saber cómo acaba esta historia...

Tu puedes elegir el desenlace ¿final triste, feliz o agridulce? Deja tu comentario bajo este post y a las 2ooo visitas conocerás el final... Ojo! no dejará a nadie indiferente...

Las grandes historias las escribimos todos y de esta, tú también puedes formar parte...


3 comentarios:

  1. a mi me gustan los finales tristes.... !! estare atenta. =)

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  2. Mmmm.... empate a uno... no sé si esto es triste porque solo habéis votado dos personas o debería estar contento porque tengo un empate, algo que no me esperaba... puede que un tercer voto, rompa este igual... pero ¡ojo! que no sea ahora optando por un final "agridulce" porque me parte... xD

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